miércoles, 16 de febrero de 2011

Notas sobre los efectos del yagé




Imágenes que caen lentas y silenciosas como la nieve....Serenidad...Caen toas las defensas... todo entra o sale libremente... El miedo es simplemente imposible... Una hermosa presencia azul fluye dentro de mí... Veo un sonriente rostro arcaico semejane a una máscara polinésica... Es un rostro azul púrpura salpicado de oro...

La habitación toma el aspecto de una casa de putas del Cercano Oriente - paredes azules y lámparas de borlas rojas... -, siento que me convierto en una negra, el color oscuro va invadiendo silenciosamente mi carne... Convulsiones de lujuria... Mis piernas adquieren una forma bien torneada, una calidad como polinésica... Todo se agita, cobra una vida furtiva, temblorosa.... La habitación es el Cercano Oriente, lo negro, Polinesia, algún sitio familiar que no localizo... El yagé es un viaje espacio-temporal... La habitación parece temblar, vibrar, entrar en movimiento...

La sangre y sustancia de muchas razas negras: negros, polisenios, mongoles de las montañas, nómadas del desierto, políglotas del Cercano Oriente, indios... razas todavía no concebidas ni nacidas pasan a través del cuerpo... Migraciones, viajes increíbles a través de desiertos y selvas y montañas (éxtasis y muerte en valles cerrados de las montañas en los que las plantas nacen del sexo, inmensos crustáceos se incuban en el interior y rompen el cascarón del cuerpo) cruzando el Pacífico en piragua hasta la Isla de Pascua.

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